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Principal / Historias

Borracho vertiginoso Sueño carrusel

Cuando la conciencia volvió lentamente a mí, sentí como si me estuvieran montando en un carrusel. La rotación, el dolor de cabeza, y la imposibilidad de abrir los ojos es lo que sentí. Pero cuando pude abrir los párpados, me esperaba un espectáculo extraño: un techo que se movía suavemente alrededor del eje.

Intenté ponerme al lado y me encontré con algo cálido y suave. Era un hombre, desnudo. Me asusté terriblemente y lentamente pasé mi mano por su cuerpo para asegurarme de que no fuera un sueño. Notó mi movimiento y presionó mi mano contra él. Escuchando su voz, me di cuenta de que era mi maestra. Experimenté somnolencia interferente e incluso dolor de cabeza, pero aún así pedí agua.

Mis pensamientos eran vagos, pero recordé que estábamos jugando el juego, y después de eso, todo se volvió algo antinatural. Cuando bebí agua, me dormí, esperando que todo fuera sólo un sueño. Pero cuando me desperté me di cuenta de que estaba en una situación extraña: llevaba su camisa, desnuda, y no recordaba lo que había pasado. Deprimido por estos pensamientos, traté de recordar, pero no se me ocurrió nada.

Cuando mi maestra me trajo comida, me levanté para comer, y solo entonces noté que aparte de la camisa no tenía nada encima. En ese momento, el pánico se apoderó de mí y me di cuenta de que había pasado algo terrible.

Intenté juntar la voluntad en un puño y resolver ese enigma, pero mis pensamientos eran como una enreda enreda de hilos. Poco a poco empecé a darme cuenta de lo que había pasado y fue simplemente increíble. ¿Nos acostamos? Todo lo que podía hacer era darme cuenta lentamente de que ahora mi vida nunca sería la misma.

Mi profesor me miraba con vergüenza y no podía encontrarme con su mirada. En cambio, me centré en la comida, tratando de ahuyentar la agitación y la impotencia.

Pero cuanto más lejos, más empecé a darme cuenta de que no podía quedarme aquí. Tengo que irme, lo antes posible, y olvidarme de esta noche. ¿Pero cómo? Mi cabeza todavía giraba, y mi corazón golpeaba al unísono con pensamientos dolorosos.

Cuando mi maestro me dejó a solas con mis pensamientos, cerré los ojos y traté de respirar. Pero incluso en ese momento, sabía que no era el final. Mi vida apenas comienza y tengo que encontrar la fuerza para hacer frente a lo que ha pasado.

Finalmente, recogiendo los últimos restos de coraje, me levanté de la cama y empecé a vestirme. Tuve que dejar esta habitación, esta casa, esta ciudad, y empezar de nuevo. Pero antes de eso tenía que tomar una decisión difícil: perdonarme por lo que pasó y seguir adelante.

Con amargura en el corazón y lágrimas en los ojos, salí de la habitación y fui en busca de un nuevo comienzo. El futuro era incierto, pero sabía que tenía que ser fuerte y creer en mí mismo para superar todas las dificultades que pudieran aparecer en mi camino.

Sentí que el tiempo avanzaba inexorablemente, y me quedé atascado en ese momento tratando de darme cuenta de qué hacer a continuación. Pero ningún pensamiento podía penetrar a través de la niebla que envolvía mi conciencia.

Con cada paso me alejaba cada vez más de anoche, pero su sombra seguía siendo la dudosa compañera de mi futuro. Sabía que tenía que seguir adelante, pero ¿cómo hacerlo cuando todo dentro de mí estaba destrozado?

Al pasar por calles y casas familiares, sentí cómo cada rincón me recordaba el pasado. Todo lo que podía hacer era correr, correr lo más lejos posible de esta pesadilla.

Pero cuanto más tiempo corría, más claro entendía que los problemas no iban a desaparecer, simplemente porque los ignoraba. Necesitaba reunir la voluntad en el puño y dar un paso adelante, aunque significara chocar conmigo mismo y con mis miedos.

Finalmente, decidí que era hora de aceptar mi destino en mis manos. Dejé de correr y comencé a buscar respuestas dentro de mí. Me di cuenta de que para seguir adelante necesitaba perdonarme y encontrar la fuerza para superar todas las dificultades.

Así comenzó mi camino hacia la curación y un nuevo comienzo. No sabía lo que iba a pasar después, pero estaba dispuesta a aceptar todo lo que la vida me traería en el camino.

30.04.2024

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